Comercio y sostenibilidad
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La pandemia de COVID-19 ha acelerado la adopción de pautas de consumo sostenibles, con una atención cada vez mayor a los productos respetuosos con el medio ambiente. Esta crisis también ha puesto de relieve la necesidad de un cambio hacia un modelo de desarrollo sostenible, vinculado a la cuestión del cambio climático. La Unión Europea ha promovido el Acuerdo Verde en respuesta al Acuerdo de París y a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, que insta a las empresas a fijar objetivos medioambientales. Dado que se espera que una parte significativa del Fondo de Recuperación financie acciones de desarrollo sostenible, se espera que las empresas den prioridad al uso eficiente de los recursos naturales, la reutilización y el reciclaje de productos, la reducción de residuos y la eficiencia energética. La guerra entre Rusia y Ucrania ha subrayado la importancia de la autosuficiencia y el desarrollo sostenible. En el sector alimentario, los minoristas y mayoristas han venido apoyando a los productores y proveedores locales de alimentos para promover la producción sostenible y local, al tiempo que satisfacen la cambiante demanda de los consumidores y facilitan información nutricional. En el sector de la moda, se está produciendo un cambio hacia principios ecológicos y prácticas de producción socialmente responsables y justas. La transición hacia una economía ecológica es uno de los principales objetivos de la década para garantizar el desarrollo sostenible. Dada la exposición geográfica de Grecia a la crisis climática, es crucial promover el desarrollo sostenible. Las pequeñas empresas comerciales deben adaptarse a estos cambios y alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible. Sin embargo, existe el riesgo de que el objetivo de sostenibilidad provoque una violenta «destrucción creativa» en el sector minorista.