¿Qué son las actividades internas de RSC y ESG?
La RSC (Responsabilidad Social Corporativa) se está convirtiendo no solo en una moda, sino en una parte importante de la cultura empresarial de un número cada vez mayor de empresas europeas. El negocio responsable es un concepto en el que las organizaciones integran voluntariamente los intereses sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y en sus relaciones con las partes interesadas (incluidos los empleados, los clientes, los proveedores, los accionistas y la comunidad local) ya en la fase de elaboración de la estrategia. Las empresas que implementan un programa de negocio responsable suelen gozar de una buena reputación y una gran aceptación en el mercado, ya que la política de RSE es un testimonio de la acción consciente y holística de los empresarios que, además de sus propios intereses, también tienen en cuenta los problemas globales, las necesidades de los empleados y el bienestar del medio ambiente. La empresa responsable no es un coste, sino una inversión: en recursos humanos, en la protección del medio ambiente y en la formación de las actitudes de los contratistas. El objetivo principal aquí es lograr un equilibrio entre la eficiencia y rentabilidad de la empresa y los intereses de la sociedad.
Las iniciativas de sostenibilidad que las empresas pueden llevar a cabo como parte de la RSE incluyen el uso de recursos sostenibles, el patrocinio de eventos locales, la prestación de beneficios o asistencia financiera, la oferta de servicios educativos
materiales o servicios educativos gratuitos para países en desarrollo o comunidades locales, programas filantrópicos o cualquier actividad de RSE que aumente la productividad.
La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) se considera como la actividad de una empresa para mejorar la imagen y reputación corporativa. Por el contrario, ESG persigue la sostenibilidad corporativa basada en temas ambientales, sociales y de gobernanza. La evaluación del desempeño no financiero de las empresas y de la inversión son los factores más importantes.
Los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) son un marco diseñado para permitir que las organizaciones y los países evalúen qué tan lejos están con sus objetivos de sostenibilidad. Es un conjunto de factores no financieros que evalúa la solidez del mecanismo de gobernanza de una organización y su competencia para gestionar eficazmente sus impactos ambientales y sociales. El objetivo de ESG es encapsular todos los riesgos y oportunidades no financieros inherentes a las actividades diarias de una empresa. Los inversores utilizan cada vez más estos factores no financieros como parte de su procedimiento de análisis para identificar riesgos materiales y oportunidades de crecimiento.
Por lo tanto, una política ESG consciente y eficaz se ha convertido en una prioridad para muchas marcas de moda y es cada vez más importante para los accionistas, inversores y clientes.
ESG considera tres pilares:
Ambientales: Eficiencia energética, huella de carbono, emisiones de gases de efecto invernadero, deforestación, biodiversidad, cambio climático y mitigación de la contaminación, gestión de residuos y uso del agua
Social: normas laborales, salarios y prestaciones, diversidad e inclusión, igualdad salarial, derechos humanos, salud y seguridad, gestión de la cadena de suministro, otras cuestiones relacionadas con el capital humano y la justicia.
Gobernanza: Diversidad y estructura de la junta corporativa, supervisión y cumplimiento de la sostenibilidad estratégica, transparencia y divulgación, soborno y corrupción, gestión de riesgos.
ESG ayuda a las empresas de moda a mejorar en gran medida la marca mediante la adopción de programas ESG con productos más ecológicos, minimizar los residuos, maximizar el reciclaje y la reutilización, y repensar la propiedad de los recursos.
Las marcas de moda tienen que pensar en cómo crear alternativas a las fibras sintéticas y desarrollar procesos de fabricación y teñido más respetuosos con el medio ambiente. Invertir en prácticas de abastecimiento ecológicamente sostenibles y en el diseño y la fabricación circulares. Reducir el consumo de agua en toda la cadena de suministro para ayudar a generar un impacto positivo en los entornos locales, en particular para los hábitats marinos y de agua dulce y las comunidades cercanas. Establecer objetivos para descarbonizar la cadena de suministro y reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero y lograr cero emisiones netas. La tecnología y la investigación están desempeñando un papel clave para hacer que la industria sea más sostenible. El sector de la moda también debe establecer objetivos para garantizar la electricidad a partir de fuentes renovables con un impacto ambiental o social mínimo.
Las inversiones que no son respetuosas con el medio ambiente y no encajan con los objetivos de desarrollo sostenible son cada vez menos percibidas por el mercado y los propios inversores. Por lo tanto, la implementación de ESG puede ser una ventaja competitiva importante.
Aprenderás cómo se pueden implementar acciones efectivas de RSC y ESG en una empresa de moda. Te mostraremos la importancia de las acciones de RSC y ESG y el beneficio que pueden generar. Otros módulos le darán una mejor comprensión de la necesidad de crear tales acciones, así como lo que pueden implicar exactamente.