Trazabilidad
Desafortunadamente, como las cadenas de producción de moda son complejas y fragmentadas, rastrear las prendas desde la materia prima hasta el consumidor es un verdadero desafío.
Existen numerosos pasos de producción que conducen a la creación de una prenda y no en todos existe la misma voluntad de compartir información, por lo que es difícil rastrear toda la historia de producción de un producto. Esto requiere el uso de métodos de medición estandarizados, que hoy en día aún no están disponibles.
Entonces, ¿qué puedes hacer como marca para evitar este tipo de situaciones?
Primero, define especificaciones estrictas para tus proveedores y colabora con auditores, controladores externos que van y verifican lo que sucede en las fábricas con las que trabajas. Pero lo más eficaz sería implicar a tus proveedores en un proyecto común de mejora transparente, que implique compartir los mismos valores.
Seguramente una herramienta útil es la blockchain, un conjunto de tecnologías que se basa en un sistema descentralizado de información que se registra en una base de datos y se comparte dentro de una comunidad. Los distintos eslabones de la cadena también pueden tener acceso a información de etapas anteriores, que tienen la característica de ser inmutables.
Es importante recordar que blockchain es un método de autocertificación y no hay garantías de que lo ingresado sea cierto. De hecho, la información ingresada no se controla a menos que el sistema esté vinculado a un proceso de certificación.
Como buen ejemplo podemos citar de nuevo a Womsh, que ha certificado el origen de todos los materiales utilizados para fabricar sus zapatos, así como validado la eficacia de su programa circular para reciclar. Confiaron en Genuine Way, una empresa Blockchain que se enfoca en la sostenibilidad ambiental y permite vincular directamente el producto físico al consumidor para certificar su historial de producción: en el sitio web de Genuine Way es posible leer a sus proveedores y socios y ver la documentación relativa.