La complejidad de la cadena de suministro
Cuando hablamos de cadena de producción nos referimos a todos los pasos desde la materia prima hasta la prenda terminada.
Hoy en día, la cadena de suministro de la moda es una densa cadena de proveedores y subproveedores dispersos de un lado al otro del planeta; es difícil conocerlos y monitorearlos. En ello jugó un papel importante la globalización, que permitió optimizar la producción distribuyéndola a zonas geográficas muy diferentes. Sin esta dislocación, sería imposible llevar a las tiendas decenas de colecciones al año a los bajos precios de la moda rápida. Sabemos que este modelo de producción tiene un enorme impacto, ambiental y social, y esta complejidad y opacidad de la cadena de valor hace que sea difícil identificar dónde ocurren dichos impactos y diseñar las acciones específicas necesarias.
Aunque no existe un modelo único de cadena de suministro de moda, dado que sus productos son tan diferentes entre sí y por tanto siguen procesos diferentes, simplificando mucho podríamos tener una estructura similar, donde cada Tier sea un nivel diferente:
https://www.uts.edu.au/news/business-law/what-covid-19-means-people-making-your-clothes
-Nivel 0: diseño, logística, marketing.
-Nivel 1: elaboración del producto final
-Nivel 2: fabricación de tejidos.
-Nivel 3: procesamiento de materias primas
-Nivel 4: producción de materias primas, por ejemplo, cultivo de algodón.
En promedio, sólo en el Nivel 1, cada marca estructurada tiene una red de entre 300 y 3.000 proveedores, cada uno de los cuales a su vez tiene entre 50 y 200 más.[1]
El panorama al que se enfrentan las marcas es, por tanto, extremadamente complejo y está compuesto por actores y cuestiones de sostenibilidad muy diferentes: una empresa que se ocupa del cultivo de algodón tiene cuestiones medioambientales completamente diferentes que una empresa que se ocupa del corte y la confección, por ejemplo.
Además, al estar a millones de kilómetros de distancia, estas empresas suelen estar sujetas a diferentes regulaciones y para una sola marca es difícil seguirlas todas y hacer que sean respetadas.
[1] Francesca Rulli, fashionistas Consapevoli: vademecum della moda sostenibile