Publicidad
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La esencia de la publicidad:
La publicidad es más que una mera promoción. Es un enfoque estructurado para comunicar la propuesta de valor de un producto o servicio. La esencia de la publicidad no es sólo informar sino también influir y recordar a los consumidores potenciales acerca de un producto o servicio.
El renombrado modelo AIDA (Atención, Interés, Deseo, Acción) captura de manera sucinta las etapas secuenciales de un anuncio efectivo.
Atención: Capta la atención del consumidor con una declaración o imagen llamativa.
Interés: involucralos con contenido atractivo que despierte su interés.
Deseo: resalta el valor intrínseco o el punto de venta único que despierta el deseo por el producto.
Acción: Persuade al consumidor para que dé el paso final: la compra.
Cada etapa de este modelo está meticulosamente elaborada. La narrativa publicitaria podría comenzar con frases evocadoras como «la historia se encuentra con la moda en cada mujer» o «cada mujer es una escultura única, sin igual en su elegancia». Esta comunicación se enriquece aún más al ofrecer consultoría personalizada, enfatizando las oportunidades de cocreación en diseño, subrayando así la singularidad de nuestra marca frente a la competencia.
Tipos de anuncios:
Dependiendo del público objetivo, los anuncios se pueden clasificar en:
Publicidad Empresarial: Dirigida a industrias y sectores profesionales.
Publicidad minorista: las casas de moda entran predominantemente en esta categoría.
Publicidad Industrial: Se centra en productos industriales para sectores específicos.
Publicidad comercial, profesional y agrícola: adaptada a comerciantes, profesionales y sectores agrícolas.
Posicionamiento e identidad de marca:
El posicionamiento de la marca y la identidad son conceptos interrelacionados pero distintos. Haciendo una analogía, consideremos un individuo. Una identidad va más allá de los nombres; encapsula atributos únicos como huellas dactilares o incluso valores que distinguen a una persona de otra. De manera similar, la identidad de una marca es su esencia fundamental, que define sus valores y creencias fundamentales.
Según «Gestión de marca y estrategias contemporáneas» de Jean-Noel Kapferer, la identidad de marca abarca los valores y creencias fundamentales que resuenan en las audiencias leales. Distingue una marca de sus competidores. A menudo, la identidad de marca se confunde con la imagen de marca. Sin embargo, mientras la imagen tiene que ver con la percepción del consumidor, la identidad tiene que ver con la autopercepción de la marca y su espíritu fundamental.
Posicionamiento:
El posicionamiento surge de la identidad. Se trata de enfatizar esos atributos distintivos que distinguen a una marca en un mercado competitivo. Una parte importante de las elecciones de los consumidores depende de la comparación de productos. El posicionamiento efectivo garantiza que una marca o sus productos se destaquen, ayudándolos a atraer y retener clientes o incluso desviar la atención de los competidores.